Prologo
Ciudad República de Popayán
Un
hombre camina por los alrededores de la ciudad de Popayán, la noche había caído,
el hombre se dirigió hacia una vieja mansión de corte pre-republicano,
en ella un anciano se encontraba
bebiendo vino acompañado de muchas mujeres cuando alguien llama, el viejo al enterarse de que un hombre busca pasar la noche en su hogar ordena a
la servidumbre lanzarlo hacia la calle, sin embargo antes de que pudiera volver
con las meretrices es interceptado por un misterioso sujeto que aparece ante el sujetando una especie de
esfera roja en una mano,
-T-Tu…-
musita el anciano ante la presencia del
intruso.
-
Diego Ordoñez, ex consejero de su alteza el Príncipe Alejandro de la ciudad de orquídea,
ha sido acusado de traición y encontrado culpable, su ejecución será llevada a
cabo el 21 de agosto del año 2248, su alteza le envía un último presente antes de su ejecución.
El
intruso lanza la esfera roja hacia el anciano, el cual la deja caer de sus
manos al notar el proyectil que se ha detenido en su pecho haciendo emerger una
considerable cantidad de sangre, lo único que el anciano divisa antes de perder
el aliento es al extraño con un revolver humeante y la misteriosa esfera que
resulta ser… ¿un tomate?.
El
extraño se marcha tras hacer su trabajo y se dirige a la estación de tren en el
sur de la ciudad con rumbo a su ciudad natal.
Entre
tanto el Príncipe de la ciudad de Orquídea entra a su despacho, sobre su
escritorio se encuentra una carta sobre una bandeja de plata, llama a su
secretario y le pide algo de café, mientras lo prepara el mandatario se dispone
a leer su correspondencia y sonríe maliciosamente.
-¿Que
le hace tanta gracia señor?- pregunta el secretario poniendo el café sobre la
mesa
-
Nada importante, solo que nuestro artista ha dejado caer pintura roja sobre la
ciudad blanca, hemos terminado por hoy. Luego de esto el príncipe abandona su despacho
y una vez en la calle lanza una moneda de oro al niño tuerto que vende tomates
en una esquina.